SAUDADE
Nombre:.... Rosa
Nick:.......... Saudade
"Cumple"... 6 de mayo
E
Desde:.......Alcalá de Henares
..
* Un hombre afortunado; John Berger (192 pg).
* Nadie nos mira; J.L. Peixoto (224 pg).
* Rituales cotidianos. Cómo trabajan los artistas; Mason Currey (264 pg).
* Siete años de abundancia; Etgar Keret (160 pg).
* La luz prodigiosa; Fernando Marías (176 pg).
* Fiebre para siempre; Irene Gracia (302 pg).
* Hacia la boda; John Berger (240 pg).
* El beso del ángel; Irene Gracia (212 pg).
* Esta noche moriré; Fernando Marías (164 pg).
* No ser no duele; Fernando Aramburo (280 pg).
* La librería de las nuevas oportunidades; Anjali Banerjee (302 pg).
* Los judíos y las palabras; Amos & Fania Oz (220 pg).
* Hijas de la noche en llamas; Irene Gracia (230 pg).
* El número de Dios; José Luis Corral (502 pg).
* Malos presagios; Gunter Grass (267 pg).
* La biblioteca de noche; Alberto Menguel (448 pg).
* Historia secreta de la corporación; VVAA (193 pg).
* Fútbol. Sol y sombras; Eduardo Galeano (284 pg).
* La oculta; Héctor Abad Faciolince (336 pg).
* Matar a un ruiseñor; Harper Lee (410 pg).
* El impostor; Javier Cercas (425 pg).
* Querido Diego, te abraza Quiela; Elena Poniatowska (120 pg).
* En el lado sombrío del jardín; Eva Losada Casanova (349 pg).
* Como la sombra que se va; Antonio Muñoz Molina (531 pg).
* La isla del padre; Fernando Marias (280 pg).
* La casa de Dios; Samuel Shem (466 pg).
* La tragedia de la calle de las flores; Eça de Queirós (420 pg).
* Las lecturas entornadas; Fernando Aramburu (289 pg).
* Travesuras de la niña mala; Mario Vargas Llosa (384 pg).
* El mundo azul ama tu caos; Albert Espinosa (212 pg).
* La herida oculta; VVAA (174 pg).
* Los misterios de Madrid; Antonio Muñoz Molina (192 pg).
* Jerusalén; Gonçalo M. Tavares (223 pg).
* Tiempo de vida; Marcos Giralt Torrente (208 pg).
* El mes más cruel; Pilar Adón (280 pg).
* Monte Miseria; Samuel Shem (688 pg).
* La fiesta de la insignificancia; Milan Kundera (144 pg).
* La promesa de Kamil Modracek; Jiri Kratochvil (320 pg).
* La muerte de Tadzio; Luis G. Martín (288 pg).
* La máquina de leer los pensamientos; André Maurois (140 pg).
* Delicioso suicidio en grupo; Arto Paasilinna (271 pg).
* Entre limones; Chris Stewart (299 pg).
* Irlanda; Espido Freire (184 pg).
* Miguel Littin, clandestino en Chile; Gabriel García Márquez (194 pg).
* Locura; Mario de Sa-Carneiro (130 pg).
* El año que duró dos segundos; Rachel Joyce (350 pg).
* Gran Cabaret; David Grossman (240 pg).
* En mitad de la noche un canto; Jiri Kratochvil (304 pg).
* Ventajas de viajar en tren; Antonio Orejudo (160 pg).
* Prisioneros en el paraíso; Arto Paasilinna (200 pg).
* Un pedigrí; Patrick Modiano (136 pg).
.
Etiquetas: MARATHON 2015, SAUDADE
30 Comentarios:
Danos un poco de vidilla a los demás!! :D jajaja Bienvenida!
Hola!!!! Claro, claro...os doy vidilla si aceptáis el reto. Je je. Lo que más me gusta es leer vuestros comentarios, de verdad. Animáos!!!
“Un hombre afortunado”. John Berger. 192 páginas
Ensayo sobre la vida de un médico rural en una comarca inglesa durante la primera mitad del siglo XX. Berger, con esa mirada suya, profunda y poética, retrata a este profesional de vocación con un héroe para su comunidad, que ha sabido ganarse la confianza de una población de carácter duro como duras son las condiciones sociales en as que vive. Pero el autor no se queda ahí, quiere ir más allá y llega a la intimidad del hombre, que eligió esta profesión como “ideal de vida”. A partir de ahí, el autor da rienda suelta a su pluma, trasciende al propio tema del libro y a su protagonista, para hablar de las condiciones socioculturales que permiten avanzar y ser feliz a un pueblo. Cuando pierde el hilo, su narración no tiene tanta fuerza, lo que es una pena porque transmite mucho. A pesar de ser un hecho real, el final te deja impactado y eso es fruto de su buen hacer literario.
“Nadie nos mira”. J.L. Peixoto. 224 páginas.
Puro realismo mágico con acento (y sentimiento) portugués. La acción se sitúa en un humilde pueblo luso (del que desconocemos el nombre) y sus protagonistas viven tragedias de tintes mitológicos en humildes y sencillos personajes que trabajan la tierra, guían rebaños, sirven como criados, etc. A todos ellos les une el silencio, la incomunicación y el abandono en el destino. Aunque en ocasiones el lector puede perderse en la “no acción” de la novela, una prosa brillante y cuidada te presenta escenas que por ellas solas valen la lectura. Entre éstas hay una que leí hasta tres veces seguidas y refleja como nunca he visto en amor entre dos hermanos.
“Rituales cotidianos. Cómo trabajan los artistas”. Mason Currey. 264 páginas.
Curioso libro que recoge los hábitos y rutinas de trabajo de conocidos artistas y personajes famosos. En apenas dos páginas, te describe las manías y curiosidades que tenían estos creadores a la hora de ponerse a escribir, pintar, esculpir o investigar. Con breves pinceladas (en ocasiones, demasiado) consigue un retrato diferente del que la historia ha consagrado de cada uno de ellos. Son tantos los personajes de los que habla (116) que llega a abrumar un poco tantos datos y hay muchos que como no conocía (escritores y músicos norteamericanos) no te aporta mucho. La tesis que puedes sacar de este ensayo es que la creación, (ojo, no la inspiración) en todas y cada una de sus manifestaciones necesita de una buena carga de rutina por mucho tiente bohemio con que la quiera acompañar. Luego está la personalidad de cada uno de los artistas, pero eso ya es otra historia. Me ha resultado interesante.
“Siete años de abundancia”. Etgar Keret. 160 páginas
Crónicas que recogen los momentos más importantes de la vida de este escritor israelí durante siete años, desde el nacimiento de su hijo hasta la muerte de su padre. En forma de diario, nos presenta pequeños textos literarios llenos de humor, sentimiento y mucha ironía que describen su forma de vida y de pensar. No ocultan sus páginas el peso que todavía tiene en el autor –un hombre de poco más de 40 años y con muchos kilómetros de planeta a sus espalas- el pasado más cercano de su pueblo, el holocausto judío. O la falta de fe en la religión de sus padres. Está muy bien escrito, con un estilo ágil, sencillo y directo. Habla de lo que le gusta de su país pero también de los que no y es muy ocurrente cuando describe situaciones cómicas que ha vivido en sus innumerables viajes, todos ellos para promocionar sus libros.
“La luz prodigiosa”. Fernando Marías. 176 páginas
De las novelas leídas hasta ahora de marías, esta es la más tierna, la más amable y también la más luminosa. El argumento es sencillo pero su planteamiento es muy profundo. Un periodista que acude a la conmemoración de los 50 años del asesinato de Federico García Lorca conoce a un mendigo con el que entabla una intensa conversación. A lo largo de toda una noche y en la cantina de una estación de tren le contará una historia increíble: el escritor granadino sobrevivió a su fusilamiento y él tiene pruebas de ello. Esta novela se convirtió en película a partir de un guion escrito también por Fernando. Y es que su literatura es muy cinematográfica: te entra tan bien por los ojos que te llega perfectamente al corazón
Me apetece leer el de La luz prodigiosa, sobre todo porque yo, en alguna ocasión, también he tenido esa misma fantasía.
“Fiebre para siempre”. Irene Gracia. 302 páginas
Frida y Mateo son los hermanos protagonistas de esta impactante novela. Narrada por ella, en él se centra todo el argumento. Echando la vista atrás, describe una infancia en una familia poco convencional, donde ambos crecieron refugiados en un mundo particular, secreto y muy profundo. La juventud fue la continuación de una existencia llena de secretos familiares que van reflejándose en la personalidad de cada uno de los chicos. Y es aquí donde se gesta la posterior tragedia (aunque se intuye desde las primeras líneas) porque Mateo huye del mundo real y utiliza el boxeo (muy bien documentado, por cierto) como batalla personal contra sus fantasmas más íntimos.
Se agradece que no deje abierto el final y que cierre la historia de forma brillante. Un gran descubrimiento de esta escritora a la que me apetece mucho seguir leyendo y que también sigo en facebook (je je).
“Hacia la boda”. John Berger. 240 páginas
John Berger siente sus historias como pintor y como cronista o periodista les infunde alma cuando las lleva al papel. Los libros de este escritor inglés son grandes cuadros costumbristas llenos de personajes todos muy expresivos.
En esta ocasión narra los viajes que realizan un padre y una madre, hace mucho tiempo separados sentimental y geográficamente, para asistir a la boda de su hija. En las distintas etapas de estos trayectos, conocen a gente diversa que tienen muchas cosas que contar. El aspecto más original de la novela es que tiene un narrador omnipresente y omnisciente: un anciano griego y ciego que vende exvotos a la puerta de una iglesia en Atenas. Él conocerá al padre y a la hija en un momento determinado y durante unos instantes, pero los irá siguiendo hasta el desenlace final.
“El beso del ángel”. Irene Gracia. 212 páginas.
La protagonista de esta novela es Therese Fuler, una mujer que narra su sobrenatural experiencia con seres angélicos que le han acompañado a lo largo de su vida y le han transmitido toda la sabiduría recogida a lo largo de una existencia eterna. Dividido en cuatro historias, la voz de un ángel o semidios va contando los distintos contactos que han manenido con humanos y cómo estos encuentros han transformado la propia historia de la Humanidad. La tensión entre el mundo real y el fantástico, la lucha entre el bien y el mal se convierten en el hilo conductor de este relato. La parte mitológica está muy bien ambientada y los momentos de caos o extravío mental de Therese, muy logrados. Tiene un estilo fresco y ágil, huye de todo tipo de artificio en el lenguaje y se lee de un tirón.
“Esta noche moriré”. Fernando Marías. 164.
Aunque me remito a lo expuesto en el apartado del Club de lectura, sí destacaré que al leérmelo por segunda vez he podido fijarme aún más en la parte del lenguaje y del estilo literario. Al no apremiarme la necesidad de saber qué iba a pasar en la siguiente página, he disfrutado mucho del característico estilo de este escritor.
“No ser no duele”. Fernando Aramburo. 280 páginas
Conjunto de relatos donde los protagonistas son hombres y mujeres que se enfrentan a un destino de soledad, dolor y muerte. Así descrito parecen textos tenebrosos y terribles si no fuera porque cada historia tiene una carga importante de humor, ironía e incluso esa ilógica propia de la existencia humana. Los argumentos son muy originales y están muy bien escritos, con el habitual uso de un lenguaje nada usual. Algunos de los cuentos que más me han impresionado son: “La mala noche de Ricardo Eraña”, que me recuerda a otro escrito de Cortázar donde el protagonista ve como su cabeza queda atrapada en un jersey de lana y empieza poco a poco a asfixiarse. En “Soy Silas”, el escenario de la acción es un hospital abandonado donde han quedado olvidados algunos enfermos o “Timba de moribundos”, que describe un tétrico concurso donde hay que apostar por el concursante, enfermo en fase terminal, que morirá primero”. Aunque te deja un regusto un tanto amargo, es un libro que sorprende por su originalidad y estilo brillante. Un auténtico placer.
“La librería de las nuevas oportunidades”. Anjali Banerjee. 302 páginas.
Novela que tiene como protagonista una librería muy especial, esa con la que soñamos todos los amantes del papel, los libros y la lectura. Una joven ejecutiva norteamericana de origen hindú acude a la llama de ayuda de su tía, que necesita que se haga cargo de su librería mientras ella viaja a Calcuta. Cuando llega a la tienda, se encuentra algo muy distinto de lo imaginado y poco a poco descubrirá los misterios que encierra entre sus paredes. Es una tierna historia de amor muy entretenida que te hace pasar un buen rato entre libros y escritores. Te deja un sabor de boca muy agradable y te hace soñar con lo que sería trabajar en esta librería tan peculiar.
“Los judíos y las palabras”. Amos y Fania Oz. 220 páginas
Interesantísimo ensayo sobre la relación entre los judíos, como pueblo milenario, y la palabra, tanto escrita como hablada. Los autores, padres e hija, aportan la visión de un escritor y de una historiadora sobre algo que caracteriza a los judíos: el amor por el conocimiento hecho palabra, y que les ha salvado, literal y físicamente, de grandes catástrofes. Críticos, irónicos, serios, divertidos y profundos, describen con detalle los pilares de la cultura judía desde una óptica agnóstica, lo que también es muy curioso. Aunque en algunos momentos la lectura se hace difícil por las referencias a personajes de la Torá y de la Biblia, merece la pena el esfuerzo porque llegas a entender la forma de vida de los judíos y, por extensión, de su literatura, de la que soy muy seguidora.
“Hijas de la noche en llamas”. Irene Gracia. 230 páginas.
Sara, Lilith y Eva son tres hermanas unidas por un trágico destino. La mayor, perseguida por un padre “contranatura”, bajará hasta el mismo infierno para borrar una mancha horrible que le robó la inocencia de un solo golpe. La mediana vive en un mundo cerrado y aislado de las terribles experiencias que vive su familia pero su extrema sensibilidad se convertirá en una misteriosa conciencia de los seres que la rodean y la última es la única que conseguirá escapar de la fatalidad en la que han crecido estas niñas. El lector desprevenido sentirá que se le sale el corazón en cada capítulo porque nada es lo que parece y cualquier cosa puede salir de la pluma de esta escritora que tiene el don de narrar historias fantásticas en los que conviven a la perfección la dimensión real y la mágica. La prosa es brillante y nada en el argumento chirría o cae en el esperpento a pesar de que en él se conjuga el mundo de la fantasía con una terrible tragedia familiar.
“El número de Dios”. José Luis Corral. 502 páginas
Si las lecturas inspiran viajes, mucho más placentero es cuando los viajes te llevan a un determinado libro. Esto es lo que me ha pasado tras mi visita a la ciudad de Burgos. Me impresionó tanto su catedral que necesitaba leer algo sobre la construcción de catedrales góticas en España. Investigando un poco llegué hasta esta novela. Los protagonistas son un maestro pintor que trabaja en la catedral románica de Burgos, su pequeña hija, que ya demuestra un talento excepcional con los pinceles, un arquitecto francés contratado por el obispo de Burgos para construir una grandiosa catedral al estilo francés llamado “de la luz” y su sobrino. A partir de ahí se suceden multitud de acontecimientos novelados pero con una importante base histórica. Describe muy bien la época y sus costumbres. Se lee con facilidad y te “refresca” parte de los conocimientos de la historia de España. Queda muy clara la formación de la Corona de Castilla y la vida de sus principales reyes. Entretenida e interesante, con un estilo literario cuidado aunque sin exceso de brillo.
“Malos presagios” Gunter Grass. 267 páginas
Un hombre y una mujer, viudos los dos, se conocen un día de difuntos en el cementerio de la ciudad de Danzing y cuando está a punto de caer el muro de Berlín. Tras pasar toda la mañana juntos, la agradable conversación que les une termina con un curioso proyecto solidario: crear un cementerio de la reconciliación entre polacos y alemanes, que compartieron alternativamente el dominio de esta ciudad a lo largo de la historia. El argumento es muy bueno y me atrajo desde el minuto cero…, pero ay….luego se me hizo cuesta arriba. Demasiadas referencias a la historia de Alemania que, sin conocimiento previo, hacen que se pierda un poco o un mucho el hilo de la narración. Está bien escrita, pero en esta ocasión no me ha servido para engancharme. He aguantado hasta el final y mi buena voluntad ha tenido un premio: el final, al igual que el principio, es muy bueno y me ha gustado. Creo que le daré un oportunidad al premio nobel…pero dentro de un tiempo prudencial. Je je
Qué bonito título "Hijas de la noche en llamas" y qué duro el tema... me está llamando mucho Irene Gracia; a ver si le hago un hueco :)
"La librería de las nuevas oportunidades" también me parece muy especial... bueno, me encantan los libros que hablan de libros y bibliotecas ;)
“La Biblioteca de noche”. Alberto Menguel. 448 páginas
Ensayo escrito desde la pasión por los libros, la literatura y las bibliotecas. Este escritor argentino habla de una de las grandes tareas que ha llevado a cabo el hombre a lo largo de la Historia: recopilación, clasificación y orden del saber a través de los libros dispuestos en un recinto limitado como son las bibliotecas, ya sean públicas o privadas. Describe los distintos tipos de bibliotecas que hay y los conceptos que encarnan estos lugares tan mágicos: biblioteca como mito, como orden, como espacio, como poder, como sombra, como azar, como mente, como isla, como supervivencia, como olvido, como imaginación, etc. De forma muy original, con datos y anécdotas, construye un relato interesante y enriquecedor del mundo que rodea al libro. En todo momento transmite su emoción lectora y amor por el papel.
“Historia secreta de la corporación”. Varios autores. Editor: Fernando Marías. 193 páginas
Algo tiene la novela inspiradora “Esta noche moriré” de Fernando Marías para conmover a diversos escritores que han imaginado nuevas páginas de la misma. Es el sueño de todo lector: que la parte que más te ha gustado de un libro, un día lo encuentres desarrollado y ampliado (y con el visto bueno de su autor). En este caso son Javier Azpeitia, Lorenzo Silva, Vicente Luis Mora, Marta Rivera de la Cruz, Juan Bas, José Carlos Somoza, Elia Barceló y Constantino Bertolo los que han insuflado nueva vida al texto de Marías y describen las experiencias de Shakespeare, Pavese, Kafka, Hitchock, Lennon y Dostoievski con una misteriosa organización que logra manipular la vida de futuros genios para conseguir obras originales que verán la luz tras la muerte de sus autores. Es curioso cómo todas las historias (las hay mejores y peores) se coordinan a la perfección con el argumento original. Tras la lectura puedo decir que queda muy satisfecho el deseo de saber más y más de esta peculiar corporación.
“Fútbol. Sol y sombras”. Eduardo Galeano. 284 páginas
El fútbol es el opio del pueblo; es un espectáculo que controla a las masas y las hace violentas. Seguramente será verdad y es motivo de grandes polémicas…pero si ha servido de inspiración a Galeano para escribir este libro…!Viva el fútbol! Como comenta en el prólogo, el fútbol fue la gran pasión del escritor uruguayo pero cómo nunca fue bueno jugando con la pelota…decidió jugar con las palabras y regalarnos un conjunto de crónicas sobre este deporte. Está muy bien escrito y controla perfectamente la ironía, el humor, la crítica social y la costumbrista para describir partidos que hicieron historia, goles increíbles que rompieron todas las leyes de la lógica e incluso la naturaleza, futbolistas que vivieron la gloria y también el infierno… en fin….. un libro delicioso. Además, enmarca cada crónica en el contexto histórico mundial en el que se produjo y te ilustra mucho. Literariamente es brillante.
“La oculta”, de Héctor Abad Faciolince. 336 páginas
Aunque los personajes son tres hermanos: Pilar, Antonio y Eva, la auténtica protagonista de esta novela es La Oculta, una finca familiar entorno a la cual ha girado la vida de la familia a lo largo de varias generaciones. Narrada a tres voces y con puntos de vista muy dispares, el escritor colombiano construye un relato íntimo, tierno, emotivo pero también sincero y duro sobre sus raíces y la tierra que le vio nacer y en la que ha sufrido tanto. El relato es ágil y mantiene a la perfección la atención del lector porque lo que cuenta, como la vida misma, tiene sorpresas buenas y malas a lo largo del camino. A poco que se conozca al autor, se percibe que estas páginas son parte de un universo muy especial…
“Matar a un ruiseñor”, de Harper Lee. 410 páginas
Aunque éste es el libro de nuestra segundo café literario dentro del club de lectura y ya lo comentaremos “in situ”, quiero dejar constancia del placer de volver a una de mis novelas de adolescencia, donde casi me vuelvo a enamorar del adorable Atticus en el que no puedo dejar de ver al más encantador aún Gregory Peck. Aunque mis gustos literarios han evolucionado desde que lo leí por primera vez (allá en los años 8….., del siglo pasado), he de confesar que hay momentos en que he vuelto a emocionarme y a leer rápidamente sus páginas para “saber” qué pasaba. Ya ponemos en común nuestras opiniones.
“El Impostor” de Javier Cercas. 425 páginas.
Este libro lo tiene todo para enganchar al interesado en Historia y sus anécdotas más curiosas. El autor define su obra (en muuuuchas ocasiones, casi demasiadas…como si quisiera convencerse) como relato real o novela sin ficción. Hasta aquí, todo bien. El protagonista es Enric Marco, que se hizo pasar por superviviente de los campos de concentración nazis y llegó hasta presidente de una de las asociaciones más importantes de supervivientes, y a lo largo de sus páginas (también excesivas para el resultado) trata de entender cómo consiguió engañar a tanta gente y por qué lo hizo. Desde el principio expresa su duda de sí escribir sobre este “impostor” o no porque él cree que escribir sobre él, conocerle de cerca es justificarle…y así durante más de la mitad del libro, cuando lo interesante es saber qué llevó a un pobre hombre que nació en un manicomio a “crearse” una vida tan rica…. La estructura de la narración me parece un poco caótica y te quedas con ganas de saber más sobre el personaje…. Una pena, la verdad.
“Querido Diego, te abraza Quiela”. Elena Poniatowska. 120 páginas.
Angelina Beloff es una pintora rusa y primera esposa del artista mexicano Diego Rivera. A pesar de la pasión de ella por su marido, éste le abandona y se marcha a México sin ella para nunca volver. A partir de ese momento, empieza a escribirle emotivas e intensas cartas para llenar el vacío que ha dejado Rivera. Está tan bien escrito por la autora mexicana de origen polaco (y Premio Cervantes 2013), que desde la primera palabra te metes en la piel de Quiela (nombre en diminutivo utilizado en la intimidad), en su dolor, su abnegación y hasta su dependencia. Especialmente brillantes son los momentos en los que describe su intento de recuperar su arte, eclipsado por la egolatría de su marido Diego Rivera. Merece la pena y te deja ganas de leer alfo más largo de Poniatowska. Estoy deseándolo.
“En el lado sombrío del jardín”. Eva Losada Casanova. 349 páginas.
Intriga, tensión y hasta terror son los ingredientes de esta primera novela de Eva Losada. Está muy bien escrita y sus personajes son redondos. Llegué a ella de casualidad (aunque ésta no existe), pero me alegro mucho porque me ha gustado. Una joven portuguesa regresa a la quinta en la que pasó muchos años de su infancia para huir de un fracaso sentimental. Allí busca la huella de sus padres muertos cuando era una niña, pero sobre todo quiere saber qué le ocurrió de verdad a su madre, cuyo cuerpo jamás apareció. El jardín, que tanto le gustaba cuidar a la madre, es el único refugio que le queda cuando los fantasmas le vuelven a acosar como tiempo atrás. Las descripciones del entorno en el que se desarrolla la trama son muy buenas y la mirada con la que perfila a los protagonistas tiene una gran profundidad psicológica.
“Como la sombra que se va”. Antonio Muñoz Molina. 531 páginas.
Tras más de 15 años sin leer al que fue uno de mis escritores favoritos (dos libros que me desilusionaron me crearon unos “fatales”prejuicios), el reencuentro con Muñoz Molina ha sido estupendo. Me decidí por el tema y por la ciudad donde se desarrolla la novela: Tras asesinar a Martin Luther King, James Earl Ray inicia una huída que le llevará hasta la ciudad de Lisboa, donde intentará conseguir un visado para Angola. Al mismo tiempo que ilustra las andanzas de este hombre por las capital lusa (y lo hace muy bien), describe dos viajes más: el de un joven aprendiz de escritor llamado Antonio Muñoz Molina, que buscaba en la ciudad de las siete colinas la inspiración para una de sus primeras novelas (“Invierno en Lisboa”), y el de un famoso autor llamado Muñoz Molina que va a visitar a su hijo a Lisboa precisamente cuando se abren los archivos del FBI en el caso del crimen del líder negro, Luther King, y encuentra la historia de un nuevo libro. Está escrito muy bien, pero lo mejor es cómo encaja a la perfección las piezas de este puzle para que no se pierda ninguna de las líneas argumentales o desequilibren el resultado final. La parte histórica, está muy bien documentada y la personal, llama la atención por la sinceridad con que describe su vida. Creo que volveré a leerle y comenzaré con la relectura de “Invierno en Lisboa”. Esta es la magia de la literatura.
“La isla del padre”. Fernando Marías. 280 páginas.
En la solapa se habla de un libro de memorias, pero realmente es mucho más que un texto que recoge recuerdos sobre su padre, que fue marino mercante. Es una profunda conversación que siempre quiso tener con él pero que, por esas cosas de la vida, nunca pudieron mantener. El punto de partida es la muerte del padre, momento muy oportuno y terapeútico para escribir sobre ese “tronco” del que procedes y al que debes mucho de lo que eres y también de lo que no. A partir de ahí juega con recuerdos, no ordenados cronológicamente, y va describiendo la relación con su padre a lo largo de los años: desde casi un bebé que no le reconoce al regresar de uno de sus largos viajes por el mundo, pasando por las veces en las que iban al cine a ver una película “de mayores” o la falta de comunicación durante una turbia temporada del escritor para terminar en el momento de la agonía física del padre. Este libro me ha sorprendido porque no tiene nada que ver con lo que había leído de Marías, pero tras esta sincera confesión (tiene momentos en que se desnuda completamente e imagino que no sería fácil) entiendo mucho mejor su literatura y hasta sus personajes. Ha sido muy interesante saber más de este autor tan “misterioso”. Je je
“La casa de Dios”. Samuel Shem. 466 páginas
Tragicomedia sobre la vida de uno de los hospitales judíos más prestigiosos de la ciudad que ve llegar a un grupo de médicos recién licenciados para hacer su año de prácticas en esa institución. Entre el absurdo, la ironía y la provocación, esta novela –al parecer un éxito entre los estudiantes de medicina norteamericanos de los años 80- hace algo que no es habitual: baja del pedestal de héroes a los médicos, les quita esa aureola de santidad por su poder sobre la muerte….y los presenta como son, hombres y mujeres que tienen miedo, y la mayoría de veces terror, a la enfermedad; profesionales que empiezan sabiendo muy poco o nada, que se impresionan de lo que ven y que la mayoría de veces huirían de su puesto de trabajo para no volver. Aunque tiene momentos duros, el humor todo lo salva y más si al final consigue lo que se propone desde el principio: presentar a los médicos como seres humanos, con sus miserias, que día a día se superan para ayudar –cada uno a su manera- a los enfermos. El autor es psiquiatra y profesor de la facultad de medicina en Harvard. Está bien escrito y te mantiene la atención desde el principio porque el ritmo es trepidante: de la carcajada pasa al horror en una sola página, pero el sabor que te deja es bueno porque debajo de la caricatura sí que hay un héroe. Empecé con cierto recelo pero me ha encantado y entiendo su éxito.
Me apetece leer "Un hombre afortunado" y "Nadie nos mira". A ver si los encuentro. Espero que no sean muy melancólicos.
“La librería de las nuevas oportunidades” tiene mejor pinta.
El resúmen que has hecho a la novela de Diego Rivera no hace más que inflar mi curiosidad por este personaje, que tuvo a Frida Khalo loca de amor, al igual que a la protagonista de la novela. Hasta la mima Khalo decía que cómo era posible que ella perdiera así la cabeza por alguien tan feo. Me llama poderosamente la atención.
Por cierto, soy ITO
Hola a todos!!! Ya estamos de nuevo aquí tras el veranito. Como tengo mucho acumulado, voy poco a poco con mis comentarios por partes jijiji
“La tragedia de la calle de las flores”. J. M. Eça de Queirós. 420 páginas.
Novela póstuma del escritor portugués que refleja la sociedad de un decadente S XIX: pasiones prohibidas, hipocresía de una nobleza venida a menos, círculos intelectuales llenos de rencillas y odios ocultos… Con una prosa brillante y un argumento bien construido nos presenta una tragedia al mejor estilo de las novelas decimonónicas, con los ingredientes necesarios para atrapar al lector en una historia de amor con fatal final. Como es habitual en la editorial Gadir, merece la pena prestar atención al prólogo ya que te sitúa la época en la que fue escrita la obra y te da claves del estilo del autor. Destaco la intriga del argumento y la profundidad psicológica de los personajes.
“Las lecturas entornadas”. Fernando Aramburu. 289 páginas.
Aramburu hace en este libro lo que más le gusta: hablar/escribir de literatura; de la que le formó como lector y de la que le ha hecho escritor. Además de demostrar su dominio en el conocimiento de la Historia de la Literatura, te va dando pistas sobre autores y obras que merecen ser leídos y seguidos (personalmente, me fío mucho de su criterio). Elige una estructura bastante original para este libro: en letra cursiva refleja la conversación que mantiene con un amigo de edad avanzada que le invita a probar los vinos de su bodega mientras él le habla de literatura y cada una de estas “charlas” (que conforman los capítulos) terminan con la reproducción de un artículo escrito a lo largo de su carrera. Esta última parte tiene un gran nivel y requiere cierta atención en la lectura, pero merece la pena como casi todo lo de Aramburu.
“Travesura de la niña mala”. Mario Vargas Llosa. 384 páginas.
Aunque ya hablaremos de él en nuestro café literario, he de destacar que me lo he pasado bien en mi reencuentro con este escritor. Ha sido un placer asistir a esta pasión desbordada y un tanto masoquista. Je je je
“El mundo azul. Ama tu caos”. Albert Espinosa. 212 páginas
Nadie puede negar a Espinosa su valentía y original punto de vista al hablar de la muerte. No he leído un testimonio de estas características nunca. Con una imaginación desbordante y un peculiar sentido del humor sabe transformar el dolor y miedo a su muerte (vista de cerca tantas veces) en pura energía. Como no creo que el autor aspire a una literatura de gran nivel intelectual (con todos mis respetos), creo que consigue lo que busca: animar a los que se encuentran en un momento doloroso con bonitas fábulas sobre cómo aprovechar la muerte para vivir de forma más activa. En este caso se trata de una misteriosa isla a la que acuden aquellos a los que le quedan horas o días de vida. Se centra en un grupo de niños que se encuentra en esa situación y parte de un personaje de su famosa serie “Pulseras rojas”. A pesar de lo duro que parezca, esta lectura es un respiro de aire fresco.
Aprovechando huequitos sueltos voy completando los comentatios de mis lecturas de verano. Sigo
“La Herida oculta”. VVAA. 174 páginas.
Pilar Adón, Álvaro Colomer, Espido Freire, Fernando Marías, Gustavo Martín Garzo, Ricardo Menéndez Salmón, Ricardo Ruíz Garzón y José Carlos Somoza son los autores de los relatos que componen esta obra. Cada uno de ellos, con su propio estilo y con más o menos acierto, pone su granito de arena para terminar con el tabú que supone la enfermedad mental en todas sus manifestaciones. Todos los cuentos tienen a la locura como protagonista, pero destacaría sobre todo el de Somoza “Bipolar”. Es muy original, muy bien estructurado y mejor escrito. El final es de lo mejor. “El hombre del alfeizar” de Álvaro Colomer también es muy bueno. Tiene una gran fuerza expresiva y es una interesante metáfora sobre el suicidio. Por último debe señalar que no sabía que entre los escritores estaba mi querido Fernando Marías (¿Será ésta también una jugada de La Corporación? No sé…). Su escrito, de título poco acertado, “Follar con la muerte” es un ejercicio admirable de confesión ya que sé (tras leer su libro “La Isla el Padre”) que vivió su propio infierno con la enfermedad del alcoholismo. Merece la pena por conocer nuevos escritores entorno a un tema difícil y por acercarse a distintos puntos de vista de este tabú social con tantos siglos a cuestas.
“Los misterios de Madrid”. Antonio Muñoz Molina. 192 páginas
Aventuras y desventuras de un joven periodista y dependiente de una tienda de tejidos de un pueblo del interior de Andalucía (inventado por el propio autor y que le sirve de escenario para varias de sus novelas) cuando le piden ayuda para descubrir el robo de una famosa talla de la Semana santa de la localidad. Para ello, tendrá que viajar hasta Madrid donde vivirá todo tipo de sucesos y conocerá a los más variopintos personajes. La novela es muy entretenida; tiene un ritmo muy ágil y mucho sentido del humor. Es muy del estilo de Muñoz Molina, al que le gusta crear intrigas y suspenses sin perder ese guiño castizo y divertido. Me está encantando volver al escritor jionense al que tenía un tanto olvidado.
Y con estos comentarios, me pongo al día y termino los libros leídos en verano.
Ahí van:
“Jerusalén”. Gonçalo M. Tavares. 223 páginas
La madrugada del 29 de mayo cuatro personajes salen a la calle en busca de algo que les cure de su dolor (físico y/o psíquico). Ellos no saben lo qué es y de ahí que deambulen con sus historias a cuestas hasta que se cruzan entre ellos. A partir de ese momento, la narración consigue una gran intensidad y proyección psicológica. Los acontecimientos se suceden rápidamente y el lector se convierte en testigo del horror y la violencia que ellos van a vivir. El estilo del escritor portugués es directo y sin florituras, con un argumento perfectamente construido que tiene como objetivo reflejar el interior del ser humano. En el caso de esta novela se centra en seres que sufren y en la dificultad de clasificarlos en el grupo de víctimas o verdugos. Tavares es un autor muy original a la hora de enfocar sus historias. Aunque siempre tienen un profundo trasfondo filosófico, se basan en una historia con principio, nudo y desenlace, lo que se agradece. Te hace pensar y además te regala muy buena literatura.
“Tiempo de vida”. Marcos Giralt Torrente. 208 páginas.
He llegado a este libro por una de las referencias que hace Aramburu en su “Letras entornadas”. Me atrajo porque dijo de él que era uno de los ejemplos más dignos de literatura del duelo; porque combinaba un texto muy bien escrito con una íntima confesión sobre la mala relación con su padre. Nieto del escritor Gonzalo Torrente Ballester (al que apenas cita un par de veces), vive desde pequeño la ausencia de un padre (famoso pintor) al que echa en cara su falta de responsabilidad para con él y su madre, de la que se separa durante la adolescencia del hijo. La narración comienza cuando les llega la noticia de la enfermedad terminal del padre y a partir de ahí combina el pasado (que ayuda a entender la historia) con el presente (donde hay un acercamiento entre ambos y una comprensión mutua) y con el futuro (una vida sin el padre que tanto echó de menos). Es muy sincero a la hora de plantear las situaciones, sin falsa humildad. Así lo demuestra cuando describe cómo cuidó al padre hasta el final con una entrega total. Me gusta mucho cómo explica la necesidad que sentía de narrar este proceso de reconciliación, y además está muy bien escrito, lo que no siempre ocurre en estos libros de testimonio personal. Quiero leer algo más de él.
"Las lecturas entornadas" y "Los misterios de Madrid" me están llamando... :)
Pues a por ellos querida Chiscolina!!!! Te están esperando
Voy a ponerme al día...porque me pilla el toro... jijji
Ahí va:
“El mes más cruel”. Pilar Adón. 208 páginas
Conjunto de relatos en los que los personajes son misteriosos y las historias inquietantes. Todos se desarrollan en ambientes un tanto oscuros y las personalidades de los protagonistas rayan en cierto desequilibrio. Están bien planteados y correctamente escritos, pero los finales excesivamente abiertos dejan en el lector cierta sensación de incredulidad. Una pena, porque hay historias con argumentos buenos como el de un tal Scott que regresa a Inglaterra después de su expedición polar pero nadie va a recibirle… o el de una madre se encarga de aterrorizar a su hijo para que nunca se vaya de su lado. La edición, de Impedimenta, preciosa.
“Monte Miseria”. Samuel Shem. 688 páginas.
Si en “La Casa de Dios”, el autor contaba las aventuras y desventuras de un grupo de médicos que iniciaban su residencia en un hospital privado judío, en esta novela el protagonista elige especialidad, psiquiatría, y destino: un centro de salud mental también judío. Lo que aquí cuenta es igualmente de impresionante que en su primera novela, pero es más serio porque lo que cuenta (cómo funciona por dentro un manicomio y los profesionales que trabajan en él) es también más sensible. Me ha impresiona que uno de los personajes dice que el médico más humano debe ser el psiquiatra porque trata de curar el alma…. Te hace pensar mucho, sobre todo por la feroz crítica de la psiquiatría moderna en general y del psicoanálisis en particular. Al final del libro, añade un decálogo por el que ya solo merece la lectura de la novela. Alguno de los puntos son: "En Psiquiatría, primero viene el tratamiento; después el diagnóstico”, “Los psiquiatras se especializan en sus propios defectos". Genial.
“La fiesta de la insignificancia”. Milan Kundera. 144 páginas.
Intentar explicar el argumento de este libro (no cuento, no novela, no ensayo…y sí todo a la vez) es complicado. Tenía muchas ganas de volver a este escritor después de muchos años sin leer nada de él. Con mucha filosofía, ironía y hasta humor negro, nos presenta las reflexiones que hacen los personajes –conocidos y amigos entre sí- mientras pasean por la ciudad. Los temas son a primera vista insignificantes, pero ocultan mucho contenido. Desde lo sexi que puede ser el ombligo que muestran sin pudor las chicas por la calle o las desventuras de unos camareros durante una fiesta de alta sociedad. Destaco una de las frases que se dirige un amigo a otro: “La insignificancia, amigo mío es la esencia de la existencia. (…) Está presente incluso allí donde nadie quiere verla». Muy bien escrito, cómo no, y fácil de leer. Curioso e interesante.
“Irlanda”. Espido Freire. 184 páginas.
Atraída por las fotografías y los comentarios que la autora hace en Instagram (y a cuya cuenta llegué de forma misteriosamente causal), decidí leer algo de la escritora más joven que ha ganado el Premio Planeta hasta ahora. Elegí su primera novela porque tenía un argumento interesante: una joven llamada Irlanda es enviada por su madre a pasar el verano al pueblo de la familia y en compañía de una prima de su misma edad. La chica necesita cambiar de aires tras la terrible muerte de una de sus hermanas. Con un carácter introvertido y en pleno duelo se enfrentará a la vida desenfada de un grupo de adolescentes que quiere aprovechar a tope sus vacaciones. No le es nada fácil adaptarse y empieza a tener problemas con los componentes de la pandilla. Poco a poco la escritora nos conduce a una situación límite, que llegas a vivir intensamente junto a la protagonista. Está correctamente escrita, aunque lo más destacado son las sorpresas con que sorprende al lector. Sin ser una historia muy original, maneja bien la tensión narrativa.
“Miguel Littin, clandestino en Chile”. Gabriel García Márquez. 194 páginas.
Como el García Márquez que más me gusta es el periodista, me apetecía mucho leer esta crónica sobre las aventuras y desventuras de Littin, director de cine chileno que, tras abandonar su país después del golpe de estado contra Allende, vuelve a Chile para rodar un documental. En primera persona y con un estilo muy ágil, el escritor se mete en la piel del cineasta y cuenta cómo un grupo de opositores a Pinochet (tanto de dentro como de fuera del país) contactan con él y le ofrecen la posibilidad de rodar un testimonio gráfico del estado en el que se encuentra Chile. Con una organización increíble y tras cambiar completamente su físico, deambula por la capital y algunos pueblos intentando reflejar cómo vive la gente y la censura que realmente existe. Sin la emoción de su libro “Diario de un secuestro”, resulta interesante aunque me hubiera gustado más contenido.
“La promesa de Kamil Modracek” - Jiri Kratochvil. 320 páginas
¡He descubierto un nuevo escritor “favorito! Y de la manera más fortuita: último día de la feria del libro antiguo, perdía un tren en la estación de Recoletos y en la última caseta me fijo en una preciosa portada de la editorial Impedimenta (como siempre…). Leo la contraportada…y me decido de forma impulsiva. Acierto total. Considerado el escritor checo más importante de la era post-Kundera, este autor de nombre difícil de pronunciar escribe de maravilla. Situada en los años cincuenta, en pleno terror estalinista, narra la vida de un famoso arquitecto especializado en diseñar edificios para los dirigentes comunistas que tiene que vengar la muerte de su hermana por la policía política. Para conseguirlo, encuentra un sótano debajo de su casa, que convertirá en una cárcel muy especial. Pronto te envuelve una historia perfectamente contada, de las más originales que he leído últimamente, y escrita de forma muy brillante. Sorprende de forma muy positiva. Voy a seguirle la pista…
“La muerte de Tadzio”. Luis G. Martín. 288 páginas.
Este libro me ha dejado una sensación extraña. Impresionada por lo bien escrita que está, me repugna lo que cuenta. Suena dura decirlo, sobre todo viniendo de una lectora de piel dura como yo…. Este escritor español recupera al protagonista de “Muerte en Venecia” (el adolescente, Tadzio, que creó Thomas Mann para su célebre novela) para convertirlo en un viejo que vuelve a Venecia a morir. Hasta ahí todo bien, aunque es arriesgado continuar la estela dejada por un clásico como éste. Está tan bien escrito que todo te anima a seguir, así como la curiosidad por lo que la vida le depara al joven Tadzio tras su encuentro con el famoso compositor Gustav von Aschenbach. Pero no es nada agradable, ya que se dedica a describir su evolución personal: desde la depravación del muchacho que fue cuando se dedicaba a buscar sexo barato en las principales capitales europeas de mediados del S. XX hasta el desecho humano de un anciano, que al final de sus días se encuentra solo y abandonado. Aunque todo está descrito con un lenguaje elevado y nada chabacano, es tan fuerte lo que cuenta…que hay párrafos que me han costado leer. En fin. Nada más
Después del mal cuerpo que me dejó “La muerte de Tadzio” necesitaba algo fresco y amable. Busqué algo seguro y opté por releer un libro que me gustó mucho hace ya 15 años y de uno de mis autores “de toda la vida” (jeje).
“La máquina de leer los pensamientos”. André Maurois. 140 páginas
Un catedrático de literatura francesa, especializado en Balzac, recibe la invitación de pasar un curso académico en una universidad norteamericana de Westmouth para dar clase sobre su especialidad. Una vez allí, es objeto de un experimento especial por parte de un compañero profesor: someterse a una máquina que es capaz de traducir las ondas cerebrales en “pensamientos”. Lo que al principio se presenta como el invento del siglo, pronto comienza a dar problemas. Con un estilo muy claro y sencillo, que permite una lectura fácil, plantea de forma muy entretenida qué pasaría si fuéramos capaces de leernos el pensamiento unos a otros. La respuesta es clara, pero este libro lo cuenta muy bien. Merece la pena también la descripción de la sociedad norteamericana de esa época desde los ojos de un europeo.
“Delicioso suicidio en grupo”. Arto Paasilinna. 271 páginas.
Aunque ya lo comentaremos en el café literario, no puedo dejar de comentar lo que me ha gustado el libro. Tiene los ingredientes perfectos para ser una novela redonda y de las que te dejan un buen sabor de boca. He disfrutado mucho y me ha despertado el interés por el autor, al que voy a seguir, desde luego.
“Entre Limones”. Chris Stewart. 299 Páginas.
No voy a adelantarme a nuestra estupenda tertulia. Sólo diré que ha sido una bocanada de aire fresco, y lo dice una urbanita convencida. Me ha gustado (aunque no tanto como mi delicioso grupo..jijij) y tiene momentos geniales. Me alegro esta propuesta de libro porque quizá no lo hubiera elegido motu propio…y me lo hubiera perdido.
“Locura”. Mario de Sa-Carneiro. 130 páginas
Es uno de los primeros escritos del autor portugués (cuyo amigo Fernando Pessoa definió como "un genio del arte y la innovación que no conoció en esta vida ni alegría ni felicidad") que ya contiene las claves de su obra posterior. Con una prosa ágil, directa y en algunos casos hasta sin aliento, narra la pérdida de razón de un joven escultor que busca la más perfecta expresión de la belleza. En el marco de una intensa amistad, el artista y su amigo intentarán salir de lo que se convierte en una carrera hacia la perdición. Si se he leído algo de Sa-Carneiro, se aprecia la juventud de su pluma y de cómo ha desarrollado con más madurez y perfección algunos aspectos de esta historia en otros de sus cuentos. No obstante, merece la pena por la emotividad de la historia y porque logra conmoverte.
“El año que duró dos segundos”. Rachel Joyce. 350 páginas
Me atrajo la originalidad de su argumento y al final me sorprendió una historia muy bien contada, que lees de un tirón, que te asalta en cada capítulo y de una escritora que no conocía. Todo comienza con el anuncio público de que se ha producido un desfase entre la hora solar y la hora atómica, lo que obliga a ajustar los relojes y pararlos durante dos segundos. Es precisamente en ese momento, cuando Diana y su hijo Byron atropellan accidentalmente a una niña y todo cambiará para la familia… e incluso para el lector, que entra en el mismo juego de incertidumbre, tensión, preocupación, inseguridad que rodea a todos los personajes. Es una novela diferente que va cambiando a medida que la historia da un giro, de esas que cuando termina necesitas cerrar los ojos para asimilar lo que cuenta. Al principio parece una novela típica de suspense o intriga, pero luego te das cuenta de que tiene más fondo…
“Gran Cabaret”. David Grossman. 240 páginas
El espectáculo está a punto de empezar. Un hombre de mediana edad, llamado Dóvale, sube al escenario en Cesárea, una localidad costera de Israel, ante una sala llena de público. Entre los asistentes se encuentra un juez jubilado que ha sido especialmente invitado para asistir a este gran cabaret. Un día antes, este hombre recibe la misteriosa llamada de un antiguo compañero de colegio que le pide encarecidamente que asista a la velada. Con dificultad se acuerda de él pero al final accede sin saber muy bien porqué. Desde el primer momento, el artista se dirige a él como si le contara qué ha sido de su vida desde la última vez que se vieron. Con mucha ironía e incluso humor negro hace un retrato de la sociedad judía tras la formación del estado Israelí. Grossman hace reír y llorar al artista y así fluctúa el sentimiento del lector ante la narración. Sin nombrar la guerra, la política o el terrorismo, son los temas sobre los que gira el discurso del narrador sin olvidar en ningún momento la dimensión humana de aquellos que viven esta situación diariamente. Al principio el ritmo es lento y llega a despistar un poco, pero a medida que el espectáculo avanza, la emoción aumenta. Me ha gustado mucho y he recuperado a Grossman, del que me había alejado tras un par de libros un poco demasiado experimentales.
“En mitad de la noche un canto”. Jiri Kratochvil. 304 páginas
Quería leer algo más de mi recién descubierto escritor checo y me encontré con esta novela de título tan bonito. De forma paralela, cuenta la historia de dos niños durante la Checoslovaquia comunista que pierden a su padre: uno porque huye de la policía política y otro porque nunca lo conoció al ser fruto de una violación a su madre por parte de un soldado alemán durante la ocupación alemana. La vida de estos chicos está marcada por un mismo destino, que será la búsqueda de la figura paterna hasta su edad adulta. Me ha parecido más difícil de leer que la anterior, sobre todo por su carga alegórica e incluso ha habido páginas en las que me ha sido complicado seguir el hilo. No obstante, merece la pena por el nivel literario y su carga poética. La portada del libro, editado por Impedimenta, es preciosa, como es habitual en esta editorial.
“Ventajas de viajar en tren”. Antonio Orejudo. 160 páginas.
Es una novela hiptónica desde la primera línea, que no puedes dejar de leer hasta el punto final. Es muy original y está muy bien escrita. Los detalles de la trama están cuidados al máximo para que todo encaje y el lector vaya de sorpresa en sorpresa sin descanso. La mujer de un famoso escritor, que es al mismo tiempo su representante, vuelve en tren tras ingresar a su marido en una elitista clínica psiquiátrica, escondida en un bosque. Junto a ella, en el vagón, se sienta un hombre que le pregunta si puede contarle su vida. Ante la extrañeza inicial de tal propuesta, éste tranquiliza a su compañera de viaje explicándole que es psiquiatra del hospital y que la ha visto por los pasillos. A partir de ese momento le contará los casos que lleva entre manos y despierta en la mujer un interés muy especial el contenido de una misteriosa carpeta. Sin embargo, la parada del tren en una estación cambia el rumbo de la historia. Alucinante.
“Prisioneros en el paraíso”. Arto Paasilinna. 200 páginas.
Tenía que leer algo más de Paasilina, tras la grata experiencia de “Delicioso grupo suicida”, y no me ha defraudado. No es tan buena como la primera, pero mantiene la esencia de la literatura de este escritor finlandés tan peculiar. En esta ocasión, un avión que traslada una misión de la ONU sufre un aterrizaje forzoso y cae en una isla perdida de Indonesia. Tras el shock que supone el accidente y hacer recuento de los que están vivos, el grupo se organiza para intentar supervivir en la zona. Conociendo a Paasilina, el humor y la ironía es la fibra con la que está elaborado este relato y que hace que no abandones la sonrisa durante su lectura. Hay momentos hilarantes y también emocionantes. El final es muy bueno. Voy a seguir a este escritor.
“Un pedigrí”. P. Modiano. 136 páginas
Curioso libro el del Premio Nobel 2014. Empieza como un acta notarial que recoge el árbol genealógico del propio escritor francés y sigue como un mínimo dietario de sus primeros años de vida…pero poco a poco su escritura, sin abandonar su estilo seco, sobrio y directo (que me recuerda en algún momento a Albert Camús), transmite el dolor de la soledad y el abandono. Modiano refleja una niñez y una juventud en la que no contó ni con la figura de sus padres ni con el amor de aquéllos que lo trajeron al mundo. Es un libro esclarecedor para entender al hombre y al escritor. Conociendo las cosas que cuenta en estas breves páginas (que le han debido costar…), se entienden a la perfección la mayor parte de sus novelas. Creo que a partir de este libro, leeré de forma distinta a Modiano (solo he leído un libro suyo, la verdad) y la verdad es que me apetece.
CON ESTO HE TERMINADO MI AÑO LECTOR 2015.
Como siempre, es un auténtico placer compartir con vosotros esta pasión.
Publicar un comentario
<< Home